Lo primero, permítanme que me presente. Soy Cristian Witte Friedman y resido en Buenos Aires (Argentina). Imagino que estarán sorprendidos porque desde la otra parte del mundo les haga referencia al musical MARTIN GUERRE representado por los actores de su Colegio. Mi buen amigo Carlos Ruiz, director de esta actividad, me envió la grabación videográfica del show y me rogó que escribiera una crítica sobre él. Con sinceridad, creo que Carlos tiene una opinión muy alta sobre mi conocimiento del teatro en general y de los musicales en particular Espero no defraudar…
Conocí a Carlos gracias a Internet y a nuestra mutua pasión por los musicales (en mi caso más que pasión es fanatismo), hace ya casi veinte años. Aunque nunca hemos coincidido personalmente, puedo asegurar que nos une una estrecha amistad.
A él ya se lo transmití en repetidas ocasiones, que me he sentido abrumado por la calidad de los espectáculos musicales que ha representado, tanto con su compañía, Studio 46, como los realizados con alumnos de su centro escolar.
Carlos me pide que como buen argentino no divague y no dé muchas rodeos, antes de entrar de lleno en el asunto que nos ocupa (a él, como amigo, se lo permito), que no es otro queMARTIN GUERRE.
Desde que nos conocimos, Carlos me ha tenido puntualmente informado de cuantos espectáculos musicales han realizado en el Colegio: fotografías, imágenes, videos… Y mi reacción siempre ha sido la misma: sorprendente, muy sorprendente y espectacular.
Por si fuera poco, año a año y con cada nuevo musical, he percibido una mejora y tremendo afán de superación, con montajes que rozan el profesionalismo.
La sorpresa es mayor, teniendo en cuenta la juventud de los actores y lo reducido del presupuesto. En este caso, cabe pensar que la imaginación, el trabajo duro y la sabiduría, son las claves del éxito.
. El Fantasma de la Ópera me entusiasmó, Los Miserables me cautivaron, y con MARTIN GUERRE he sentido una emoción difícil de explicar. Siempre he creído que este musical poseía una de las partituras más bellas de cuantos musicales existen. La historia es, además, hermosa, épica y romántica. En resumen: ¡un fabuloso musical!
¿Qué opino de la puesta en escena de su Colegio? Es difícil expresar con palabras… me quedaría corto… Wow, creo que se han vuelto a superar y con creces. Lo mejor, a mi modo de ver, es que han logrado, con pequeños pero inteligentes detalles, crear una historia mucho más entendible que el original (si los vieran en Londres les pondrían una medalla).
Aun con la limitación de medios técnicos, la puesta en escena y los decorados me han dejado con la boca abierta, al igual que el vestuario que es extraordinario. (Cuantas horas de trabajo se perciben)
¿Y qué decir de la caracterización de Martin Guerre y Arnaud du Thil?. Infinitamente más lograda que en las producción del West End londinense y Broadway… ¡y no es broma!
Para rematar, la actuación del elenco protagónico es fantástica, pasional y creíble al cien por cien. Pero, sin duda, buena parte del éxito de su MARTIN GUERRE se debe a la fuerza y emoción con la que el resto del “cast” defiende su actuación, algo que no se encuentra en la mayoría de las producciones musicales en el mundo… ¡MARAVILLOSOOOO!
En definitiva, pueden y deben estar orgullosos de su representación. He disfrutado y emocionado a partes iguales viéndola. Si hubiera estado presenciándola en el teatro, no duden que les hubiera ovacionado puesto en pie.
Esto que les escribo, es mi mas sincera opinión.
Les animo a que sigan así, que sigan disfrutando del teatro y amando a los musicales… Y que confíen ciegamente en el trabajo de mi buen amigo Carlos y su fantástico equipo de colaboradores, porque disfrutaran de una experiencia inolvidable.
Saludos desde Buenos Aires, Cristian Witte